La
palabra “Natural” ha estado muy escasa en los últimos tiempos y es que en la
actualidad pocas cosas se presentan en este estado, todo es sintético,
elaborado, preparado y artificial. Es muy difícil encontrar un producto 100%
natural y vamos por el mismo camino cuando hablamos de las personas. Cuando vas
al súper hay todo tipo de artículos y solo dos o tres indican ser natural, pero
vaya a ver qué naturalidad es aquella.
Desde
el punto de vista estilístico y estético lo natural “no vende”, no llama la atención
no deja beneficio alguno y es por esto que ha aumentado el número de personas
(la mayoría mujeres) que han recurrido a las transformaciones por medio de las cirugías
plásticas (estas si es que están de moda realmente, ya cualquiera puede hacerse
una) y los procedimientos para mejorar la apariencia. El maquillaje es una de
las tendencia que ha ido en aumento también, ahora ninguna mujer se atreve a
salir de su casa sin tener por lo menos un brilla labios.
Pero yo pregunto ¿Y lo natural qué? ¿Dónde queda?, bueno
esto como que pocos lo contestarían. Mi posición es muy marcada respecto de
esto, claro no solo como cristiana, sino como persona que ha entendido que lo
importante es lo que una lleva dentro, lo que realmente somos y cómo podemos
llegar a socializar tal cual nos han creado.
Soy de aquellas que promueve la esencia, lo que realmente
tenemos…
Por
ejemplo el “El Cabello Natural”, me atrevo a decir que el 80% de las mujeres
dominicanas se procesa el cabello, lo desriza, lo alisa, como usted quiera
llamarlo. Sin embargo no sabe de lo que se está perdiendo y mucho menos sabe en
el lio en el cual está metida.
Se
pierde del disfrute de tener un cabello libre de caos y agitaciones, ya que el
cabello natural da mucha permisividad, es decir, se puede mojar en la ducha, en
la lluvia, se puede usar de distintas formas y es hasta mucho más económico tratarlo.
Sin embargo cuando el cabello es alisado hay que cuidarlo 100 veces más que el
que no lo es y hay que hacer una inversión enorme.
Lo
que realmente quiero que se entienda es que lo natural se aprovecha mas, se
maltrata menos y se le puede sacar mucho más provecho. Pero como la industria
de la moda y de las mentes indica un estereotipo por el cual todas deben
desfilar así es que la mayoría hace.
Muchos
creen que ser natural es cosa solo de “Evangélicos/a”, pero ¡no señor!, eso es
para todo aquel que quiera volver a lo básico, a lo esencial.
Por
mi parte recomiendo volver a lo natural, al principio, a los valores que deben
caracterizarnos como persona, que de seguro se disfrutara mucho más.
Dice
la Biblia en 1ra. De Timoteo2:9-10: así mismo que las mujeres se atavíen de
ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinados ostentosos, ni oro, ni
perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres
que profesan la piedad.
Y
continúa explicando en 1ra. De Pedro 3:3 nuestro atavío no sea el externo de peinados
ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón,
en el incorruptible ornato de un espíritu afable, que es de grande estima
delante de Dios.
Lo
verdaderamente importante en una persona no es lo que pueda demostrar que tiene
por fuera sino lo que tiene por dentro….
https://www.facebook.com/chanel.brazoban
No hay comentarios:
Publicar un comentario